La incontinencia urinaria es uno de los principales problemas que afectan a muchas mujeres durante y después del embarazo; se produce cuando los músculos del suelo pélvico se debilitan y no pueden soportar la presión de la vejiga, provocando escapes de orina inesperados. La mejor forma de prevenir y tratarla es fortalecer el suelo pélvico mediante fisioterapia especializada.
La fisioterapia es una disciplina que se encarga de prevenir, diagnosticar y tratar las alteraciones del sistema musculoesquelético mediante técnicas manuales, ejercicios terapéuticos y medios físicos.
¿Por qué se produce la incontinencia urinaria en el embarazo?
Durante la gestación, el útero crece y ejerce presión sobre la vejiga, mientras que la hormona relaxina relaja los ligamentos y músculos de la pelvis para facilitar el parto. Como resultado, los músculos del suelo pélvico se estiran y debilitan.
El esfuerzo del parto vaginal también tensiona y daña los nervios y músculos de esta zona. En los primeros meses, tras dar a luz, es normal que se produzcan escapes de orina cuando se realizan actividades como correr, toser o reír.
En caso de que la incontinencia ya esté presente, la fisioterapia especializada permite devolver la calidad de vida a mujeres gestantes, mediante técnicas sencillas y no invasivas.
¿Cómo prevenir la incontinencia urinaria?
La fisioterapia especializada para la salud del suelo pélvico es una herramienta terapéutica cada vez más valorada y recomendada por ginecólogos y urólogos como tratamiento coadyuvante farmacológico para este problema tan frecuente en mujeres.
Y es que se ha demostrado altamente efectiva tanto para prevenir futuros problemas de incontinencia en mujeres sanas, como para tratar disfunciones existentes y devolver una adecuada capacidad de continencia urinaria en caso de que ya existan pérdidas.
Desde Fisioterapia Raquel Moll, una clínica especializada en este campo rehabilitador, recomiendan realizar una valoración del suelo pélvico en todas las mujeres, incluso antes del embarazo.
Esto permite detectar si existen zonas débiles o con poca resistencia en los músculos de la pelvis menor. Y sobre todo, corregirlas a tiempo mediante servicios personalizados para proteger esa área de posibles disfunciones durante y tras la gestación.
- En mujeres sanas, los expertos diseñan rutinas de ejercicios hipopresivos y activadores de la musculatura pélvica profunda. El objetivo es tonificarla y dotarla de fuerza y resistencia como «entrenamiento» antes del periodo de máxima exigencia que supone el embarazo.
- En futuras gestantes, el programa fisioterapéutico se adapta a las necesidades propias de cada trimestre para preparar el suelo pélvico. También se enfoca a prevenir o frenar la progresión de posibles escapes de orina que ya pudieran haberse iniciado.
- Igualmente, importante es retomar el fortalecimiento tras el parto, durante la cuarentena, para acelerar la rehabilitación de esta zona tan impactada en el momento del alumbramiento.
¿Cómo fortalecer el suelo pélvico?
La fisioterapia del suelo pélvico tiene como objetivo mejorar la función, la resistencia y la coordinación de los músculos que forman parte de esta estructura. Para ello, se utilizan diferentes métodos, como:
- Ejercicios de Kegel: son contracciones voluntarias y controladas de los músculos del suelo pélvico, que se realizan siguiendo unas pautas de frecuencia, intensidad y duración. Estos ejercicios ayudan a mejorar el tono muscular, la circulación sanguínea y la sensibilidad de la zona.
- Biofeedback: es un sistema que permite medir la actividad eléctrica de los músculos del suelo pélvico mediante sensores colocados en la vagina o el ano. El biofeedback proporciona una retroalimentación visual o auditiva al paciente, que le ayuda a tomar conciencia de su contracción muscular y a mejorar su control.
- Electroestimulación: consiste en aplicar una corriente eléctrica de baja intensidad a los músculos del suelo pélvico mediante electrodos colocados en la vagina o el ano. La electroestimulación provoca una contracción involuntaria de los músculos, que favorece su fortalecimiento y su recuperación.
- Terapia manual: consiste en realizar masajes, estiramientos y movilizaciones sobre los tejidos blandos del suelo pélvico, con el fin de relajarlos, descontracturarlos y mejorar su elasticidad.
- Educación postural: consiste en enseñar al paciente a adoptar unas posturas correctas que favorezcan el equilibrio del suelo pélvico y eviten su sobrecarga.
La fisioterapia del suelo pélvico se puede iniciar tanto en el embarazo como en el postparto, siempre bajo la supervisión de un profesional cualificado. En el embarazo, se recomienda empezar a partir del segundo trimestre, cuando ya se ha confirmado la viabilidad del feto. En el postparto, se puede empezar a partir de las 6 semanas después del parto, siempre que no haya complicaciones ni contraindicaciones médicas.
Por todo ello, Fisioterapia Raquel Moll recomienda a todas las mujeres realizar una valoración de la salud de su suelo pélvico. Así se podrán detectar debilidades y aplicar a tiempo los tratamientos personalizados más adecuados para fortalecer esta musculatura, prevenir problemas futuros y recuperar la continencia, en caso necesario.
Si estás buscando un servicio de fisioterapia del suelo pélvico en Alicante, visita la clínica de fisioterapia Raquel Moll. Se trata de un centro especializado en fisioterapia y rehabilitación física, que cuenta con un equipo de profesionales con amplia experiencia y formación en el campo.