Niño con problemas de aprendizaje realizando ejercicios de visión infantil en clase.

¿Cómo afectan los problemas de aprendizaje a la visión infantil?

Cuando un niño tiene problemas de aprendizaje, muchas veces pensamos que no se esfuerza o que tiene falta de atención. Sin embargo, en muchos casos, estos problemas están relacionados con la visión infantil. Aunque el niño vea bien de lejos, puede tener dificultades visuales que afectan su rendimiento en clase.

Este tipo de dificultades no siempre se detectan en una revisión de la vista común. A veces, los ojos funcionan bien por separado, pero no trabajan correctamente juntos. Esto se llama disfunción visual y puede causar errores al leer, escribir o copiar.

Por eso es importante saber que la visión también puede influir en el aprendizaje. En este artículo te explicamos qué señales debes observar, qué diferencia hay entre ver bien y usar bien la vista, y cómo puede ayudar la terapia visual.

Señales que pueden indicar un problema visual

Hay muchos signos que pueden ayudarte a detectar si tu hijo tiene dificultades para ver bien al estudiar. Algunos se ven en casa y otros en el colegio. Presta atención si:

  • Se salta palabras o líneas al leer.
  • Usa el dedo para no perderse.
  • Se acerca mucho al papel o la pantalla.
  • Tarda en copiar lo que ve en la pizarra.
  • Se queja de dolor de cabeza tras leer.
  • Tiene los ojos rojos o cansados después de estudiar.
  • Evita leer o se distrae con facilidad.

Si observas varias de estas señales, puede haber una disfunción visual que afecte su rendimiento.

Ver bien no es lo mismo que usar bien los ojos

Cuando decimos que un niño “ve bien”, solemos referirnos a su agudeza visual, es decir, si ve con claridad de lejos. Pero la visión infantil es mucho más que eso. Aprender requiere que los dos ojos trabajen juntos, que puedan seguir palabras en una página o enfocar a diferentes distancias. Estas habilidades visuales incluyen:

  • La capacidad de mover los ojos en línea recta.
  • Enfocar de cerca y luego cambiar a lejos, como del papel a la pizarra.
  • Usar los dos ojos al mismo tiempo sin esfuerzo.

Cuando estas funciones no están bien desarrolladas, el niño puede ver doble, cansarse rápido o frustrarse con tareas escolares. Eso afecta directamente su aprendizaje.

¿Qué es la terapia visual y cómo puede ayudar?

La terapia visual es un tratamiento que mejora las habilidades visuales necesarias para aprender. No se trata de poner gafas, sino de enseñar al cerebro y a los ojos a trabajar mejor juntos.

Cada niño recibe un plan de ejercicios adaptado a lo que necesita. Con práctica, va mejorando poco a poco su forma de ver y entender lo que lee o escribe. La terapia puede ayudar a:

  • Leer con más fluidez y sin saltarse palabras.
  • Copiar sin errores desde la pizarra.
  • Enfocar mejor a distintas distancias.
  • Evitar dolores de cabeza al estudiar.
  • Mantener la atención por más tiempo.

Además, al sentirse más seguro, el niño gana confianza y mejora su actitud en clase.

¿Qué debes observar en casa o en clase?

Tanto los padres como los profesores pueden notar señales importantes. Fíjate si tu hijo:

  • Tarda más que otros en hacer deberes.
  • Comete errores al escribir o copiar.
  • Evita tareas que requieran leer.
  • Se frustra con facilidad cuando estudia.
  • Pierde el interés por aprender.

Estos comportamientos no siempre son por falta de ganas. A veces, son un reflejo de que su sistema visual necesita ayuda. Una evaluación profesional puede detectar si existe una disfunción visual.

¿Qué se evalúa en una revisión visual completa?

Un examen visual completo no es igual al de una óptica. Un profesional en terapia visual evalúa cómo el niño usa sus ojos en actividades reales del día a día. En la revisión se analiza:

  • Cómo mueve los ojos al leer o buscar algo.
  • Si enfoca bien a distintas distancias.
  • Cómo coordina ambos ojos.
  • Cómo interpreta lo que ve.

Con esa información, se diseña un tratamiento personalizado, que puede incluir ejercicios en casa y sesiones en consulta.

¿Por qué estos problemas pueden confundirse con otros?

Muchas veces, los problemas de aprendizaje se relacionan con condiciones como dislexia, TDAH o falta de atención. Pero si no se descarta antes un problema visual, puede que se esté tratando la causa equivocada.

La visión infantil puede afectar la forma en que el niño escribe, lee, enfoca o sigue instrucciones. Por eso, antes de buscar un diagnóstico de otro tipo, es recomendable hacer una revisión visual completa.

Así se evita que el niño reciba un diagnóstico incorrecto o tratamientos que no resuelven el problema real.

Mejorar su visión puede cambiar su manera de aprender

Cuando un niño ve bien, se siente más cómodo aprendiendo. No se frustra al leer, puede copiar sin errores y se concentra mejor. Eso tiene un efecto directo en su autoestima y en su relación con el colegio.

No todos los problemas de aprendizaje tienen que ver con la vista, pero sí muchos más de los que imaginamos. Por eso, entender cómo funciona su sistema visual es clave para ayudarlo.

Si sospechas que tu hijo tiene alguno de los síntomas mencionados, no dudes en consultar con un especialista. Un diagnóstico a tiempo puede cambiar su presente y su futuro.

Ir al contenido