Psicóloga diagnosticando a un paciente con autismo

Asperger ya no es un diagnóstico, ¿por qué desapareció y qué significa en 2025?

Si todavía usas el término síndrome de Asperger, no te preocupes, no eres el único. Muchas personas siguen escuchándolo en medios, redes sociales o incluso en diagnósticos actuales. Sin embargo, desde 2013, con la publicación del DSM-5, este término dejó de ser un diagnóstico oficial.

¿Qué es el DSM-5? Es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, la referencia principal que utilizan los profesionales de la salud mental para diagnosticar trastornos psicológicos y del neurodesarrollo. Su quinta edición, publicada en 2013, introdujo cambios importantes en la clasificación del autismo.

Entonces, ¿por qué se eliminó el Asperger y qué implica esto para quienes recibieron este diagnóstico? Vamos a explicarlo de manera clara.

1. Asperger y autismo ¿cuál era la diferencia?

Antes del DSM-5, el síndrome de Asperger se consideraba una categoría dentro de los trastornos del neurodesarrollo. Se diferenciaba del autismo porque las personas diagnosticadas con Asperger no presentaban retrasos en el lenguaje ni dificultades significativas en la cognición. Sin embargo, compartían desafíos en la comunicación social, sensibilidad sensorial y patrones repetitivos de comportamiento.

Los estudios demostraron que estas diferencias no eran lo suficientemente claras para justificar un diagnóstico separado. En realidad, el Asperger formaba parte del mismo Trastorno del Espectro Autista (TEA), solo que con características específicas.

Muchas veces, el diagnóstico del Asperger se volvía una consideración subjetiva, ya que no había criterios claros sobre qué era la funcionalidad y cómo se diferenciaba de un autismo leve o moderado.

2. ¿Por qué se eliminó el término Asperger?

La decisión de agrupar Asperger dentro del TEA se tomó por varias razones importantes.

  • Más precisión en los diagnósticos. No había una distinción clara entre Asperger y el autismo de alto funcionamiento, lo que generaba confusión entre profesionales y familias.
  • Evitar malentendidos y jerarquías. Considerar el Asperger como un «autismo leve» llevó a la idea errónea de que las personas con este diagnóstico no tenían desafíos importantes o que no necesitaban apoyo.
  • Mayor inclusión y acceso a apoyos. Al unificarlo dentro del TEA, se evita que quienes antes eran diagnosticados con Asperger queden fuera de servicios y tratamientos diseñados para personas autistas.
  • Reconocer la diversidad dentro del espectro. Se dejó de ver el autismo en categorías rígidas y se empezó a comprender como un espectro con diferentes niveles de apoyo.

3. ¿Cómo se clasifica ahora?

Desde el DSM-5, en lugar de diagnósticos separados como Asperger o autismo clásico, ahora se habla de niveles de apoyo dentro del TEA.

  • Nivel 1. Requiere apoyo leve (antes conocido como Asperger o autismo de alto funcionamiento).
  • Nivel 2. Requiere apoyo sustancial.
  • Nivel 3. Requiere apoyo muy sustancial.

Esto permite que cada persona reciba un diagnóstico más personalizado y acorde a sus necesidades. Si quieres saber más sobre las neurodivergencias o tienes la inquietud sobre si posees una, contacta con un profesional en psicología.

4. ¿Qué pasa con quienes se identificaban con Asperger?

Muchas personas que fueron diagnosticadas antes de 2013 siguen identificándose con el término mencionado, ya que formaron una identidad en torno a él. Y esto es totalmente válido. La forma en que cada persona elige identificarse debe ser respetada.

Sin embargo, para quienes buscan información actualizada o un diagnóstico en la actualidad, el término correcto es Trastorno del Espectro Autista. Si te preguntas cómo un diagnóstico actualizado puede ayudarte a comprender mejor tus necesidades, es recomendable explorar sobre terapia psicológica.

5. ¿Por qué sigue existiendo confusión en 2025?

A pesar de que han pasado más de diez años desde el cambio en la clasificación, muchas personas aún utilizan el término Asperger. Algunas razones son:

  • Falta de información actualizada en medios, escuelas y entornos profesionales.
  • Resistencia al cambio por parte de comunidades que construyeron una identidad con el término.
  • Uso en la cultura popular (series, películas y libros que siguen utilizando la palabra Asperger).
  • Diagnósticos previos que aún están vigentes en algunos historiales médicos.

Hablemos de autismo con información actualizada

El cambio de Asperger a Trastorno del Espectro Autista no es solo una cuestión de terminología. Es un avance en la comprensión del autismo y en cómo la sociedad puede apoyar mejor a quienes forman parte del espectro.

Mantenerse actualizado en temas de neurodiversidad nos permite generar mayor inclusión, reducir el estigma y garantizar que más personas reciban el apoyo que realmente necesitan. Para conocer más sobre condiciones y trastornos mentales, consulta información especializada.

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