Errores frecuentes al hacer reformas sin contar con un electricista profesional

Cuando se reforma una vivienda o un local comercial, es habitual centrarse en la estética: pintura, muebles, suelos o distribución. Pero muchas veces se descuida un aspecto esencial: la instalación eléctrica. No revisarla durante una reforma puede generar desde fallos funcionales hasta riesgos importantes para la seguridad y la legalidad.

A continuación, se explican los errores más comunes que se comenten al reformar sin contar con el criterio de un electricista profesional.

1. No revisar la instalación antigua.

Muchas viviendas en España tienen instalaciones eléctricas de más de 20 años. Estas no están preparadas para cubrir las necesidades actuales. No revisarlas durante una reforma supone desaprovechar la oportunidad de mejorar el sistema y adaptarlo a normativas actuales.

  • Cuadros eléctricos sin protecciones actualizadas.
  • Circuitos sin reorganizar ni canalizar.
  • Instalaciones no adaptadas al uso moderno del espacio.

Además, es habitual encontrar cables dañados, empalmes inseguros o materiales obsoletos, lo que puede causar fallos graves o incluso incendios. Esta revisión también permite detectar pérdidas de energía y actualizar secciones de cableado. Planifica tu reforma para llevar cada detalle con previsión.

2. Enchufes y puntos de luz mal ubicados.

Reformar sin un plan eléctrico provoca ubicaciones incorrectas de enchufes y luces. Esto obliga al uso de regletas, lo que aumenta el riesgo de sobrecargas y accidentes.

  • No se calculan nuevas necesidades, como cargadores de coche eléctrico o zonas de carga USB.
  • Los puntos no coinciden con la funcionalidad del espacio, dificultando el día a día.
  • Falta de zonas bien iluminadas o exceso de sombras afecta al confort visual.

Una planificación adecuada evita estos errores y mejora la comodidad diaria, además de optimizar la eficiencia lumínica.

3. No calcular la demanda eléctrica futura.

Hoy el consumo eléctrico es mayor que hace una década. Si no se tiene en cuenta al reformar, el sistema puede quedar limitado o saturarse con el uso diario.

  • Saltos de diferencial frecuentes, especialmente al usar varios equipos simultáneamente.
  • Sobrecargas por fases mal distribuidas o cableado inadecuado.
  • Equipos que no pueden usarse a la vez por falta de potencia contratada.

Prever este detalle ahorra reformas futuras, facilita el uso eficiente de los recursos eléctricos y previene averías.

4. Ignorar la normativa eléctrica vigente.

No adaptar la instalación a las normativas actuales como el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) puede traer consecuencias legales y técnicas.

  • Boletines eléctricos desactualizados, que dificultan el alta de luz.
  • Cables sin canalización ni señalización, lo que compromete la seguridad.
  • Cuadros sin certificación ni protecciones adecuadas que limitan la garantía.

También puede provocar la imposibilidad de vender o alquilar el inmueble sin realizar una actualización costosa posterior.

5. No preparar la instalación para nuevas tecnologías.

Una reforma es el momento ideal para modernizar la vivienda. No hacerlo puede implicar más obras en poco tiempo.

  • Falta de tomas para dispositivos inteligentes, seguridad o red de datos.
  • No integración de iluminación LED eficiente o automatización básica.
  • Ausencia de puntos preparados para futuras ampliaciones o electrodomésticos adicionales.

Tener una instalación moderna mejora la conectividad, el ahorro energético y permite una experiencia de uso adaptada al estilo de vida actual. Contacta un equipo de profesionales para llevar a cabo tu proyecto.

6. No contratar profesionales certificados.

Durante las reformas, se recurre a técnicos no autorizados que trabajan sin garantías. Esto implica instalaciones de baja calidad y sin respaldo legal.

  • Falta de documentación técnica del proyecto o memoria de instalaciones.
  • Ausencia de pruebas de carga e inspecciones finales.
  • Disminución del valor del inmueble si se desea alquilar o vender.

Un electricista certificado asegura una ejecución profesional, legal y eficiente, evitando problemas futuros y asegurando el cumplimiento normativo.

Conclusión.

Reformar sin revisar la instalación eléctrica es un error común pero evitable. Contar con un especialista desde el inicio, garantiza seguridad, cumplimiento legal y funcionalidad a largo plazo.

La electricidad no es solo un servicio; es parte fundamental del diseño y confort de una vivienda o local. Adaptarla durante la reforma es una inversión inteligente que aporta valor real al espacio.

Consultar con una empresa de electricidad garantiza una ejecución profesional, segura y ajustada a los nuevos estándares de confort y tecnología.

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