Actualmente, la tendencia de piel luminosa y jugosa ha tomado fuerza, cada vez hay más productos de cuidado de la piel y maquillaje que se enfocan en crear este efecto luminoso. ¿Quieres tener una piel radiante y sin imperfecciones? La clave está en entender los diversos factores que influyen en la salud y el aspecto de nuestra piel.
Desde la alimentación hasta los hábitos de cuidado, todo tiene un impacto. En este artículo, te revelaremos los mejores trucos y rutinas para lograr una piel glowy, saludable y naturalmente luminosa.
¿Cuál es el efecto «glow» en la piel?
El efecto «glow» se refiere a esa apariencia de piel hidratada, suave y radiante que todos deseamos. Más allá del resultado estético también refleja nuestro estado de salud general, el brillo natural es señal de una piel sana y equilibrada, cuando la piel está bien nutrida, hidratada y protegida permite que esté libre de irritaciones y con una producción de sebo adecuada, además adquiere ese aspecto luminoso y saludable.
Factores como una alimentación equilibrada, una rutina de cuidado adecuada y un buen manejo del estrés, contribuyen a mantener esa luminosidad. Además, exfoliar suavemente, hidratar en profundidad y proteger la piel de los rayos UV son acciones clave.
Consejos para tener una piel más sana y luminosa
A continuación, te brindamos algunos tips o pasos para tener tu piel más radiante y sana, sin embargo, recuerda que cada piel es única, por lo que es importante encontrar los productos y hábitos que mejor se ajusten a tus necesidades.
1. Hidrátala en profundidad
La hidratación es clave para mantener una piel luminosa y sin asperezas, asegúrate de usar cremas y sérums que aporten una nutrición intensa y perdurable como aceites esenciales, como el de aguacate o el de jojoba, son excelentes aliados para aportar suavidad y brillo.
2. Exfóliate con cuidado
Un buen exfoliante, ya sea físico o químico, ayuda a eliminar las células muertas y a dejar la piel más luminosa. La recomendación es hacerlo máximo de 2-3 veces por semana para evitar irritaciones.
3. Cuida tu alimentación
Para cuidar tu salud general es indispensable llevar una dieta balanceada, rica en frutas, verduras, grasas saludables y proteínas, estos alimentos aportarán los nutrientes necesarios para que tu piel luzca radiante. Además no olvides la hidratación, recuerda tomar máximo 8 vasos de agua.
4. Reduce el estrés
El estrés prolongado puede alterar el equilibrio de la piel y generar un aspecto apagado, puedes practicar actividades relajantes como yoga, meditación o simplemente dedicar tiempo para ti.
Tu rutina de cuidado de la piel es clave
Una rutina de cuidado facial completa y adaptada a tus necesidades es fundamental para lograr ese efecto «glow» y saludable. Aquí te compartimos unos pasos básicos para que los incorpores a tu rutina diaria:
Limpieza
Debes lavarte el rostro usando un jabón o gel limpiador suave según las necesidades de tu piel, sin sulfatos que no reseque tu piel, evita frotar con demasiada fuerza y retira el producto con abundante agua.
Tónico
Este producto se utiliza después de la limpieza y antes de la hidratación, y te ayudará a equilibrar el pH de la piel, tonificarla, hidratarla y prepararla para los siguientes productos como sérums o cremas.
Los tónicos con ácidos AHA/BHA ayudan a exfoliar suavemente y preparar la piel para los siguientes pasos.
Sérum
Este es un producto con una alta concentración de ingredientes activos, lo que permite penetrar profundamente en la piel y tratar de manera específica diferentes problemas cutáneos.
Incorpora un sérum con vitamina C, ácido hialurónico o retinol para aportar nutrientes, luminosidad y elasticidad.
Crema hidratante
Una crema hidratante te ayudará a mantener o restaurar la hidratación de la piel, ayudando a que esta se mantenga suave, flexible, protegida, además retiene el agua que ya está presente en las capas más profundas de la epidermis.
Aplica una crema o manteca corporal rica en ingredientes como ceramidas, glicerina o aceites vegetales.
Protección solar
Los rayos UV pueden dañar la barrera cutánea y opacar el aspecto de la piel. Ten en cuenta que debes usar un protector solar de amplio espectro todos los días, incluso en los días nublados, y debes aplicarlo o retocarlo cada dos o tres horas durante cada día para mantener el factor de protección.
¿Esta rutina cómo me va ayudar?
Tener una piel bonita y luminosa va más allá de usar los productos adecuados, también implica adoptar un estilo de vida saludable que se refleje en la apariencia de tu piel.
Una alimentación rica en nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales y ácidos grasos, es fundamental para mantener tu salud que se verá reflejada en tu piel. Así que consumir frutas, verduras, pescados y aceites vegetales como el de oliva o el de aguacate, deben ser protagonistas en tu dieta. Además, el consumo adecuado de agua ayuda a hidratar la piel desde el interior, evitando que se vea apagada o deshidratada.
Por otro lado, el ejercicio físico regular mejora la circulación sanguínea y aporta oxigenación a las células de la piel, dotándola de un aspecto más luminoso y saludable.
No podemos olvidar tampoco la importancia de cuidar nuestra salud mental y emocional, el estrés y la ansiedad pueden reflejarse en nuestra piel, generando brotes, resequedad o incluso envejecimiento prematuro.
Por ello, es importante practicar actividades relajantes como la meditación, el yoga, ciclismo, levantamiento de pesas o simplemente dedicarte tiempo de calidad exclusivo para ti.
Tener una piel bonita y luminosa es el resultado de un estilo de vida equilibrado que cuida tu salud integral, con pequeños hábitos diarios, podrás lucir una piel radiante y saludable.
