El certificado de eficiencia energética de las viviendas es un documento que informa sobre el nivel de consumo energético y las emisiones de CO2 de un inmueble.
Este certificado se ha convertido en un elemento clave a la hora de comprar, alquilar o reformar una vivienda, ya que permite conocer su comportamiento energético y compararlo con otros inmuebles.
En este artículo explicamos qué es exactamente el certificado de eficiencia energética, para qué sirve, qué información aporta y por qué es tan importante contar con él a la hora de tomar decisiones sobre una propiedad.
¿Qué es el certificado de eficiencia energética?
El certificado de eficiencia energética, también conocido como certificado energético, es un documento oficial que contiene información sobre el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono (CO2) asociadas al uso de una vivienda. Este documento debe incluir:
- La eficiencia energética de la vivienda, es decir, la cantidad de energía consumida anualmente para satisfacer la demanda energética del inmueble en condiciones normales de ocupación y funcionamiento.
- Las emisiones de CO2 que se estima produce la vivienda anualmente, medida en kgCO2/m2 año.
- La calificación energética de la vivienda en una escala de letras que va desde la A (más eficiente) hasta la G (menos eficiente).
El certificado energético evalúa la envolvente térmica del edificio (aislamiento, carpinterías, puentes térmicos, etc.), las instalaciones (calefacción, refrigeración, ACS, iluminación, etc.) y las condiciones climáticas de la zona, con el fin de determinar la eficiencia energética de la vivienda.
Este documento es obligatorio para vender o alquilar una vivienda en España desde el año 2013, en cumplimiento de la Directiva Europea de Eficiencia Energética en Edificios. Lo emite un técnico cualificado e independiente, que debe ser acreditado por el organismo competente de cada Comunidad Autónoma.
¿Para qué sirve el certificado de eficiencia energética?
El principal objetivo del certificado energético es informar al propietario, comprador o inquilino sobre la eficiencia y las emisiones de una vivienda, para que esto se tenga en cuenta a la hora de comprar o alquilar. De esta forma se promueve el uso racional de la energía y la mejora de la eficiencia energética en el sector inmobiliario.
Más concretamente, el certificado de eficiencia energética persigue estos fines:
- Evaluar y etiquetar la eficiencia energética de los inmuebles: el certificado permite conocer mediante una etiqueta de letras (similar a la de los electrodomésticos) la eficiencia de la vivienda.
- Informar sobre las emisiones de CO2: el certificado indica las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el uso de la vivienda.
- Comparar inmuebles: gracias a la etiqueta energética es posible comparar fácilmente la eficiencia de dos o más inmuebles antes de comprarlos o alquilarlos.
- Fomentar el ahorro energético: el certificado incentiva la realización de mejoras que reduzcan el consumo de energía y las emisiones contaminantes.
- Aumentar el valor del inmueble: una mejor calificación energética incrementa el valor y atractivo de la vivienda en el mercado inmobiliario.
En definitiva, se trata de una herramienta muy valiosa tanto para vendedores o arrendadores de inmuebles, como para compradores e inquilinos, ya que les permite tomar decisiones informadas en términos de eficiencia energética.
¿Qué información aporta el certificado de eficiencia energética?
El certificado de eficiencia energética, realizado por un técnico cualificado, recoge información detallada sobre las características energéticas de la vivienda. Los datos más relevantes que incluye son:
- Consumo de energía primaria: es la energía total anual requerida por el inmueble para su normal funcionamiento, incluyendo calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria e iluminación. Se mide en kWh/m2 año.
- Emisiones de CO2: son las emisiones anuales de dióxido de carbono que se estima produce la vivienda debido a su consumo energético. Se mide en kgCO2/m2 año.
- Calificación energética: se asigna una letra de la A a la G en función de la eficiencia energética. La A es la más eficiente y la G la menos eficiente.
- Características de la envolvente térmica: aislamiento, permeabilidad al aire, puentes térmicos, carpinterías, etc.
- Datos de las instalaciones: tipo de caldera, refrigeración, energía solar térmica, etc.
- Condiciones climáticas de la localidad.
- Recomendaciones para mejorar la eficiencia: medidas aplicables en la envolvente, instalaciones, energías renovables, etc.
Todos estos datos permiten tener una radiografía completa de la eficiencia energética del inmueble y de las posibilidades de reducir el consumo mediante reformas.
¿Por qué es importante el certificado?
El certificado de eficiencia energética se ha convertido en un documento imprescindible en cualquier operación de compraventa o alquiler de una vivienda. Veamos algunos motivos:
- Permite comparar la eficiencia entre varias viviendas ante de decidir cuál comprar o alquilar, lo que supone un ahorro significativo en la factura energética a medio y largo plazo.
- Aporta información sobre el estado de la envolvente y las instalaciones, lo que incide directamente en el confort y los costes de mantenimiento futuros.
- Es obligatorio para formalizar la compraventa o alquiler, por lo que no se puede esquivar. Hay que solicitarlo al propietario.
- Determina si son necesarias reformas energéticas y qué medidas de ahorro se pueden implementar. Esto se traduce en un aumento del valor del inmueble.
- Permite solicitar ayudas públicas para la rehabilitación energética que exigen como requisito un certificado con baja calificación.
- Mejora la calificación de una vivienda en venta o alquiler, haciéndola más atractiva frente a otras con peor certificado.
En definitiva, mirar el certificado energético antes de comprar o alquilar debe ser un paso obligatorio, ya que compromete a futuros gastos energéticos y de mantenimiento muy relevantes. Solo hay que fijarse en la letra que tiene y en las recomendaciones de mejora para tomar una buena decisión.
La importancia del certificado energético para promover viviendas eficientes
Más allá de la compraventa y el alquiler, el certificado de eficiencia energética es una pieza clave en las políticas de ahorro y eficiencia en el sector de la edificación. Veamos algunos motivos:
- Es una herramienta para aplicar normativas europeas de eficiencia energética, que pretenden descarbonizar el parque inmobiliario para frenar el cambio climático.
- Promueve la rehabilitación energética de viviendas: al hacer evidentes las ineficiencias, impulsa reformas en la envolvente, las instalaciones, los sistemas de generación, etc.
- Reduce la factura energética de los hogares: una vivienda eficiente permite un importante ahorro en calefacción, refrigeración, agua caliente y electricidad.
- Mejora el confort y la calidad de vida: al necesitar menos energía para calentarse o enfriarse, la temperatura interior es más estable y agradable.
- Aumenta el valor patrimonial de los inmuebles: una buena calificación energética revaloriza cualquier vivienda en el mercado.
- Cuida de la salud: al eliminar puentes térmicos y humedades, mejora la calidad del aire interior y reduce el riesgo de enfermedades.
- Impulsa las energías renovables: el certificado aconseja sistemas de generación con fuentes limpias como la solar térmica, la biomasa o la geotermia.
- Combate la pobreza energética: hacer más eficientes las viviendas más humildes palía situaciones de precariedad causadas por elevados gastos en suministros básicos.
Queda claro que esta herramienta es esencial para conseguir un parque de viviendas descarbonizado, eficiente, saludable y asequible para todos los ciudadanos. Su obligatoriedad en ventas y alquileres es una forma de generalizar su uso e influir positivamente en el sector inmobiliario.
¿Cómo obtener el certificado energético de una vivienda?
El certificado de eficiencia energética debe ser elaborado por técnicos cualificados y acreditados por la comunidad autónoma correspondiente. Estos son los pasos a seguir:
- Contratar a un técnico o empresa certificadora: debe estar autorizado como agente cualificado en certificación energética de edificios. Se puede encontrar fácilmente a través de internet o del registro público de técnicos de cada comunidad.
- Realizar una visita al inmueble para hacer mediciones, comprobar la envolvente, las instalaciones, tomar fotografías, etc.
- Recopilar información sobre los materiales de construcción, las instalaciones existentes y sus características, datos de consumos previos, etc.
- Introducir los datos en el programa informático oficial para obtener la calificación. Existen varios programas homologados en función de la comunidad autónoma.
- Elaborar el informe con todos los contenidos mínimos exigidos: descripción del edificio y sus sistemas técnicos, calificación energética obtenida, recomendaciones de mejora, comparativas, etc.
- Registrar el certificado en el organismo competente de la comunidad autónoma para darle carácter oficial. Esta gestión puede incluirla el técnico certificador.
En total el proceso puede durar entre 1 y 2 semanas. El coste medio del certificado energético para un piso ronda los 200€, aunque depende mucho de la comunidad y las dimensiones del inmueble.
El certificado energético en las reformas
Más allá de la compraventa y los alquileres, también es obligatorio disponer de un certificado energético actualizado cuando se realizan reformas en una vivienda que mejoren su eficiencia.
Esto es así porque tras una reforma energética, como por ejemplo cambiar la caldera o las ventanas, la calificación obtenida varía de forma significativa. Y estas mejoras deben quedar registradas.
Es especialmente importante contar con el certificado reformado en el caso de querer acogerse a deducciones fiscales, ayudas públicas o financiación bonificada para rehabilitación energética, que siempre exigen la certificación previa y posterior a las obras.
También si se pretende aumentar el precio de venta o alquiler de una vivienda reformada energéticamente, es esencial mostrar el nuevo certificado con la mejor calificación obtenida, que demuestre el mejor comportamiento energético del inmueble.
En todos estos casos, hay que volver a llamar al técnico certificador para que visite la vivienda después de las obras, compruebe los cambios realizados en cuanto a materiales y sistemas, y emita un nuevo certificado actualizado acorde a la mejora de su eficiencia energética.
Pasos hacia un parque de viviendas descarbonizado
El certificado de eficiencia energética de los edificios es una pieza central en la transición ecológica y la descarbonización de nuestra economía, que permitirá avanzar hacia un parque de viviendas sostenibles y libres de emisiones contaminantes.
Algunas claves para conseguirlo son:
- Endurecer progresivamente la normativa sobre la calificación mínima exigida para venta o alquiler de inmuebles.
- Incrementar las ayudas públicas a la rehabilitación para mejorar la eficiencia energética de las viviendas.
- Fomentar las energías renovables en autoconsumo en los edificios: solar térmica, fotovoltaica, geotermia, biomasa, etc.
- Promover la rehabilitación profunda hacia el estándar Passivhaus de máxima eficiencia.
- Implementar distritos energéticos con redes de calefacción y frío centralizado alimentado por energías renovables.
- Capacitar a técnicos especialistas en rehabilitación energética para generalizar las reformas necesarias.
Con todas estas medidas, se conseguirá que progresivamente los inmuebles obtengan las calificaciones A o B, lo que se traducirá en un parque residencial descarbonizado y sostenible, adaptado a la emergencia climática actual. El certificado de eficiencia energética es la llave para activar esta transición en nuestros hogares.