El café es mucho más que una bebida cotidiana, es una experiencia sensorial que nos transporta a tierras lejanas y nos despierta con su aroma embriagador. Pero, ¿qué hace que un café sea considerado de especialidad? En este artículo, exploraremos las características que marcan la diferencia entre el café de especialidad y el convencional.
¿Qué hace que un café sea considerado de especialidad?
El café de especialidad no es solo una bebida; es una pasión. Aquí están las claves que lo distinguen:
- Origen Único. Los granos de café de especialidad provienen de una región específica, una finca o incluso una sola planta. Cada taza cuenta una historia de su lugar de origen.
- Puntuación Superior. Los expertos evalúan el café en una escala de 0 a 100. Un café de especialidad debe tener una puntuación de al menos 80 puntos. Esto garantiza su calidad excepcional.
- Cultivo y Procesamiento Cuidadoso. Los agricultores de café de especialidad se preocupan por cada detalle, desde la siembra hasta la cosecha. El procesamiento posterior también es crucial para resaltar los sabores únicos.
Café de especialidad vs. Café convencional, las diferencias que marcan el verdadero Sabor
- Variedades de Granos. El café de especialidad se cultiva a partir de variedades de granos selectas, como Arábica o Geisha. Estos granos tienen perfiles de sabor más complejos y sutiles.
- Tueste Personalizado. Los tostadores de café de especialidad ajustan el tueste según las características del grano. Esto influye en el sabor final, desde notas afrutadas hasta chocolate amargo.
- Cosecha Manual. En las fincas de especialidad, la cosecha se realiza a mano, seleccionando solo los granos maduros. Esto garantiza una calidad superior.
Ya sea que disfrutes de un café de especialidad en una cafetería o lo prepares en la comodidad de tu hogar, cada taza te conectará con el fascinante mundo del café de alta calidad.
