Beneficios del vínculo entre las personas y los animales

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El vínculo entre los humanos y los animales ha existido desde los albores de la civilización. Sin embargo, en las últimas décadas se ha profundizado mucho en estudiar y comprender los beneficios que esta relación tan especial puede tener para nuestro bienestar.

Existen numerosas investigaciones que demuestran que la convivencia con animales, especialmente con mascotas, tiene efectos positivos en la salud física y mental de las personas. También fomenta el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, sobre todo en niños.

Mejora de la salud física

Tener una mascota ha demostrado reducir los factores de riesgo de enfermedades cardíacas, como la presión arterial alta y los niveles de colesterol. Los dueños de mascotas hacen más ejercicio al pasear a sus perros y jugar con sus gatos. Este nivel extra de actividad física ayuda a controlar el peso y fortalece el sistema inmune.

Además, acariciar a un animal libera oxitocina, serotonina y dopamina; hormonas que inducen sentimientos placenteros y ayudan a reducir los niveles de cortisol relacionados con el estrés. Esto produce un efecto relajante sobre el organismo.

Mejora de la salud mental y emocional

La compañía de las mascotas tiene efectos muy positivos en personas que sufren de depresión, ansiedad, soledad, aislamiento social o trastornos psicológicos. Los animales brindan apoyo emocional incondicional, compañía, consuelo y distracción de pensamientos negativos.

Tener rutinas de cuidado y alimentación de una mascota también fomenta la responsabilidad y le da una razón para levantarse por las mañanas a quienes sufren de depresión o aislamiento. Los animales no juzgan, simplemente aman y se dejan amar.

Estudios demuestran que acariciar a un perro puede reducir significativamente los niveles de cortisol, crear un estado de calma y hasta disminuir la percepción de dolor en personas enfermas.

Desarrollo emocional y social

Los niños que crecen con mascotas desarrollan más empatía y habilidades para comprender las emociones e intenciones de los demás. Aprenden a interpretar las señales no verbales de los animales y se vuelven mejores para interactuar con otras personas.

Tener una mascota también fomenta la responsabilidad, el cuidado de otro ser vivo y el establecimiento de rutinas. Acariciar y jugar con una mascota enseña a los niños a ser más gentiles, pacientes y expresivos con sus emociones.

Varios estudios demuestran que los niños expuestos tempranamente a mascotas tienen niveles más altos de serotonina y sufren menos de alergias y asma. También presentan un sistema inmune más fuerte y requieren menos visitas al médico.

Fomento de la interacción social

Las mascotas funcionan como “lubricante social”, facilitando las interacciones entre extraños e incentivando las relaciones sociales. Tener un perro hace más probable entablar conversaciones con desconocidos durante los paseos.

Participar en actividades y clubes relacionados con mascotas también expande la red social de sus dueños, conectándolos con otros propietarios de mascotas de ideas afines. Esta interacción social disminuye el aislamiento y soledad.

Adopción y donaciones

Existen millones de mascotas abandonadas o maltratadas que se encuentran en refugios o en situación de calle. Adoptar una mascota es una forma responsable de convertirse en su familia para toda la vida, brindándole amor y cuidados.

Las asociaciones sin fines de lucro de protección animal sobreviven gracias a donaciones y al apoyo de voluntarios. Contribuir con tiempo o dinero a estas organizaciones ayuda a rescatar, rehabilitar y encontrar hogares para animales desamparados.

Ya sea que tengas o no mascotas, reconocer y fomentar los profundos beneficios del vínculo humano-animal puede generar un impacto positivo en tu vida y en la sociedad. Una relación responsable y amorosa con los animales nos vuelve más humanos. ¡Anímate!

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